Show GalleryEl Cerro de los Santos (s IV aC-IV dC) es el yacimiento arqueológico íbero más importante de España, tanto por su cantidad (mas de 500 esculturas encontradas, además de su templo grecorromano) como por su calidad, destacando su Gran Dama Oferente. Está situado a los 38º 45' latitud N. y 1º 16' longitud E. al sur de la localidad. Su formación es piedra caliza y arena.
En contraste con los abundantes materiales obtenidos en el lugar (lo mas destacado, alrededor de 400 esculturas), y que constituyen uno de los mayores atractivos del Museo Arqueológico Nacional, como la dama oferente o la pareja oferente, en el lugar no queda prácticamente nada y el lugar del Santuario solo puede ser localizado gracias al obelisco conmemorativo. Sin embargo, la importancia histórica de este yacimiento, la soledad del lugar y la magia derivada de un profundo silencio, hacen que la visita no se considere, ni mucho menos, tiempo perdido.
El yacimiento corresponde a un Santuario Ibérico que estaría situado en el trayecto de la vía Heraclea (camino de Aníbal) en territorio Bastetano, vecino a la Contestania. En la actualidad, los vestigios del templo, cuya planta era reconocible a finales del XIX, han desaparecido por completo, quedando únicamente dibujos de algunos restos (capitel jónico, dibujo de Aguado Alarcón). Quedan, únicamente, restos de catas de excavaciones recientes, con algunos restos de muros, y no es posible identificar ningún tipo de estructura digna de mención. Los fragmentos de cerámica están diseminados especialmente en la porción norte del cerro.
En la edad del bronce, se asentaron en la zona los íberos formando agrupaciones o tribus, siendo la de los contestanos la que ocupó las provincias de Albacete, Valencia, Murcia y Alicante. Los contestanos tuvieron contactos comerciales con otros pueblos como los fenicios, egipcios, griegos y asirios. En esta época se levantó el templo íbero en el Cerro de los Santos como lugar de peregrinaje y centro espiritual.
El Cerro de los Santos estaba situado cerca de una ciudad llamada Ello (posteriormente Elo) cuyos restos se encuentran en el Llano de la Consolación. En la parte superior del cerro, con forma de planicie, se hallaba el, en su interior albergaba diversas esculturas. Por su posición se la considera una aerópolis, al este pasaba la vía Heráclea y al oeste el camino para Cartago.
Ya en época de los romanos, al declarar Constantino la religión cristiana como la oficial, el templo entró en declive hasta que en el año 399 Arcadio mandó destruir todos los templos gentiles de campos y ciudades. El templo del cerro de los santos fue quemado, habiendo quedado como huellas grandes masas de plomo derretido.
El nombre de Cerro de los Santos proviene del siglo XIV pero no fue hasta mediados 1830 cuando se deforestó la zona y comenzaron a aparecer los primeros hallazgos. El primer informe oficial de descubrimientos data del 28 de junio de 1860, con el informe que Juan de Dios Aguado y Alarcón. En aquella época Vicente Juan y Amat realizó las primeras excavaciones vendiendo los descubrimientos (previa modificación de algunos para aumentar su valor y directamente falsificados otros) al Museo Arqueológico Nacional de España.
La primera campaña arqueológica fue llevada a cabo con el consentimiento del dueño del terreno, el Marqués de Valparaíso. En ella se excavó el templo y se descubrió la pieza más importante de las encontradas allí: la Gran Dama Oferente. Desde entonces ha habido varias excavaciones más. En 1929 se erigió un obelisco que hoy en día es el único distintivo de la zona.
En 1960 se realizaron nuevas excavaciones, cuando se pensaba que el yacimiento era totalmente estéril, con el sorprendente descubrimiento de nuevos restos escultóricos
Estas excavaciones, dirigidas por Fernández de Avilés, que fue director del Museo Arqueológico de Murcia y Conservador del Museo Arqueológico Nacional, fueron las primeras realizadas con criterios científicos. De las dos campañas realizadas solo se publicaron resultados de la primera. Las excavaciones proporcionaron un marco cronológico a las esculturas, con unos límites que oscilan entre el s IV aC y el IV dC. Teresa Chapa realizo a partir de 1977 tres nuevas campañas, revisando zonas anteriormente excavadas. Se recuperaron escasos restos escultóricos, así como abundante cerámica y piezas metálicas.
En relación con la cronología del lugar se han producido todo tipo de hipótesis basadas principalmente en aspectos estilísticos de las esculturas. El estudio de los materiales, con una valoración más arqueológica de los hallazgos, ha permitido establecer una cronología que comenzaría en el siglo IV aC, con la aparición de las primeras esculturas con cerámicas ibéricas y griegas de importación. Posteriormente en este lugar de culto se levantaría un templo de estructura latina. El lugar de culto permanecería en uso hasta su destrucción, posiblemente en época tardo romana. Además de cerámicas grises y de tipo ibérico se han identificado otros materiales como fusaiolas, pondera, fíbulas, vasos calados, ánforas ibéricas y romanas, cerámicas campanienses, sigillata, monedas romanas, grapas de metal, así como numerosos ladrillos romboidales, presumiblemente procedentes de uno de los últimos pavimentos del lugar. Gran parte de estos materiales pueden ser examinados en el Museo Arqueológico de Albacete, como la cabeza masculina con pendiente, el torso de estatua masculina con manto, aunque algunas piezas permanecen en el museo del Louvre, como la cabeza femenina con trenzas enrolladas y algunas cabezas masculinas. Alguna de estas piezas inspiraron a artistas como Picasso. Una de las cabezas masculinas depositadas en el Louvre fue robada e 1907 por Géry Piéret y devuelta por Apolinaire y Picasso en 1911. Las esculturas más destacadas, como la dama oferente del Cerro de los Santos (véase enlace), pareja de oferentes, pequeña damita con rasgos que recuerdan vagamente a la Dama de Elche y algunas cabezas de exvotos masculinos, se encuentran depositadas en el MAN y en el Museo de Albacete.