Show GalleryLa Gran Dama Oferente es una escultura ibérica del siglo III o II a.C. Se trata de una figura femenina de 1,30 metros de altura realizada en piedra caliza. Se trata de una mujer con el gesto sagrado y atento de presentar un vaso con ofrendas. Quizá se trata del rito de iniciación de una muchacha noble.
Se muestra ricamente ataviada con tres túnicas superpuestas; la inferior, de pliegues muy finos, roza el suelo y enmarca los pies calzados. Viste túnica lisa cubierta con un manto de gruesos pliegues en zigzag cuyos bordes caen hieráticos bajo las manos resaltando el valor de la ofrenda. Una fíbula o pasador en forma de T sujetando el cuello de la túnica, tres collares y un lujoso tocado sobre su cabeza, con largas trenzas acompañadas de rodetes la adornan ataviada especialmente para la fiesta sagrada, en el día elegido y único de su presentación ante la divinidad y los hombres.
Los grandes ojos abiertos, dirigidos a un punto desconocido, introducen la percepción intensa del momento. Exterioridad –vaso, vestidos, adornos…- e interioridad –cuerpo hierático, mirada absorta…- se combinan para que el instante preparado y esperado perdure en la piedra.