Show GalleryEs una larguísima canalización que partiendo de la fuente del Llano de la Consolación, de forma subterránea, va a terminar al pozo que hay en el cubo del molino harinero, el cual se encuentra junto al cauce de la rambla o vega de Montealegre. En sus tramos finales toma forma de acueducto de arcos sólidos y esbeltos cuyos últimos cinco pilares están formados por piedra sillar de la siguiente manera: el de junto al cubo, de cinco metros de alto, tiene una estructura formada con bloques sillares dispuestos en seis capas; el siguiente o penúltimo tiene bloques de sillar superpuestos; los tres restantes tienen igual disposición en sus sillares, pero difieren de los dos anteriores en el número de bloques cada uno de ellos. Los pilares que soportan estos arcos de amplia curva están hechos de mampostería, losetas y como el acueducto va perdiendo altura hasta el camino que lo atraviesa, algunos de estos arcos emergen de la tierra sin pilar alguno.
Esta obra, diseñada para mover con el agua procedente de la fuente un molino harinero, tiene sobre sus arcos un caz por el que discurre el agua, y cuyas medidas interiores son de sesenta y ocho centímetros de ancho por ochenta y cinco de alto; a cada lado queda delimitado por un murete de de cincuenta centímetros de espesor. El grosor total del muro del acueducto es de ciento sesenta y ocho centímetros.
El agua del caz desembocaba en el pozo, contenido en el cubo, cuyo diámetro es de ciento cuarenta y dos centímetros. A partir del cubo y junto a él se levanta la fábrica o edificio del molino en sí la cual contenía la maquinaria.
Hay una construcción de traza circular, aneja a este molino, enfrente de la entrada, cuya finalidad se piensa que hacia ella se desviaban las aguas una vez que impulsaban la rueda motriz y utilizada para lavar el grano.
Su construcción, al contrario de lo que se piensa, no es romana, sino que data alrededor de 1700, ya que se sabe que en 1282 el pueblo de Montealegre estaba despoblado y que los señores naturales de éste trajeron colonos “que hicieron cabañas junto al castillo” y teniendo en cuenta que los documentos citan que en 1579 había que ir a moler el grano a Alpera.
No se han encontrado documentos que se refieran a esta obra acueductal. Pensamos que esto se debe al fin al que estaba destinada, lo que la aparta de clasificación de edificio noble, como es manifiesto por el empleo de la argamasa, de inferior calidad, y del yeso para levantar la fábrica del molino, así como el grosor de las paredes de éste.
Igualmente, se ha llevado una labor de reconstrucción y limpieza del entorno, limpiando los arcos, así como restaurándolos con los mismos materiales que fueron elaborados, aunque hay que señalar que del molino, apenas quedan los muros y se encuentra muy deteriorado.